jueves, 17 de septiembre de 2015

Madera y fuego



Casa Modular Madera
Casa modular de madera. Foto: economia.elpais.es
A lo largo de los últimos años, y principalmente después de la crisis en el sector de la construcción en España, hemos visto proliferar el mercado de casas modulares en madera. Este modelo de construcción está muy extendido en otros países pero no tanto en el nuestro.

El principal motivo por el que se suele tener cierta reticencia a este tipo de construcción, viene dado por el miedo al fuego. Se cree que, en caso de incendio, la propagación de las llamas sería más rápida y los daños ocasionados serían de mayor envergadura que en una construcción de ladrillos, pero, ¿conocemos realmente el comportamiento de la madera frente al fuego? 

Si preguntamos a cualquier persona sobre el comportamiento de la madera frente al fuego, seguramente la respuesta sea unánime, “la madera arde”. Sin embargo si preguntamos si los metales arden, volveremos a tener una respuesta unánime, “NO”. ¿Estáis seguros de ello?

Los metales pulverizados como hierro, magnesio, aluminio y titanio arden con luz muy luminosa, por esta razón son utilizados en los fuegos artificiales. Por lo que se podría decir que, en ciertas condiciones, el metal arde. Del mismo modo, el comportamiento de la madera frente al fuego dependerá de varios factores. Las maderas puede tener dos comportamientos frente al fuego: reacción y resistencia. La reacción está relacionada con el comportamiento de la madera frente a una fuente de calor de una intensidad determinada, y la resistencia al tiempo durante el cual la madera mantiene sus propiedades frente a la fuente de calor.

En general, la madera, está clasificada como medianamente inflamable, pudiendo llegar a ser difícilmente inflamable dependiendo del tipo de madera que se use y los productos ignifugantes que se apliquen. A pesar de su combustibilidad, si la madera no se somete a llama directa, ésta no comenzará a arder hasta que no alcance aproximadamente los 400 ºC. Y, aun siendo expuesta a llama directa, no se producirá la ignición hasta que no llegue a temperaturas en torno a los 300 ºC.
Cambios de la madera frente la acción del fuego
Cambios de la madera frente la acción del fuego
Imagen: Guía de Construir con Madera

Tras la combustión de la superficie se origina una capa exterior carbonizada, que protege a otra capa interior contigua en la que se produce la pirólisis (descomposición de la madera por el calentamiento). Quedando, por último, en el interior de la pieza, la madera sin afectar por el fuego.

 La alta capacidad aislante de la capa exterior carbonizada (hasta 6 veces, permite que el interior de la pieza se mantenga a una temperatura mucho menor y con sus propiedades físico-mecánicas constantes. Así, la pérdida de capacidad portante del elemento se debe, principalmente, a la reducción de su sección y no tanto al deterioro de las propiedades del material.

Gráfico de: Apuntes de Construcción II - III
No todas las maderas tienen los mismos usos ni las mismas características, así que, cuando apostemos por la madera en la construcción, deberemos tener en cuenta los siguientes factores: densidad de la madera (a mayor densidad mejor comportamiento frente al fuego), la superficie/volumen (a mayor volumen de la pieza mejor comportamiento) y presencia de irregularidades (las hendiduras o fendas son un factor desfavorable en el caso de contacto con el fuego).


De modo que podemos llegar a la conclusión de que la madera tiene una mala reacción al fuego, sin embargo, tiene una buena resistencia a él.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Hablemos de puertas

Las puertas nos permiten aislarnos, tanto del exterior, como de una habitación a otra dentro de la misma vivienda. No nos planteamos su uso, ni si son necesarias o no, porque al fin y al cabo,  ¿qué sería de una casa sin puertas?

Estamos tan habituados a ellas, que para nosotros forman parte del propio esqueleto de la vivienda. Cómo mucho nos planteamos de qué material las queremos, si las queremos de una tonalidad más oscura o más clara, o si preferimos un corte más moderno o más clásico. Pero, ¿estamos seguros que estas son nuestras únicas opciones?

Puerta de granero
Puerta de Granero. Foto: Blogovin.com
Los diseñadores en los últimos años han estado apostando por incluir en la decoración elementos inusuales que aportan al espacio carácter propio. Este ha sido el caso de las llamadas “puertas de granero”, un sistema de puertas correderas que combinan un elemento rústico-industrial con puertas  más o menos  modernas, y que no dejan a nadie indiferente. 

Puerta de madera y cristal
Foto: Canadian Home Trend
Pero esta no ha sido su única aportación al mundo de las puertas. Han decidido reinventar el concepto tal cual lo conocemos, mostrando en sus diseños la madera de la forma más natural posible. Secciones longitudinales del árbol, en ocasiones sin cantear (con la corteza del árbol incluida), solas o combinadas con otros materiales, como por ejemplo el cristal, hacen las veces de puerta, convirtiéndose en no solo un elemento divisorio sino en autenticas obras de arte.

jueves, 3 de septiembre de 2015

La madera flota, ¿seguro?


Troncos flotando
Troncos flotando. Foto de: bajoelagua

“La madera flota”. Es una afirmación con la que la gran mayoría de personas estaría de acuerdo, pero hay factores que pueden contradecirla. Más allá de las características físico-químicas del agua, existen maderas que por su densidad no siguen esta norma.


Por ejemplo, si lanzásemos un tronco de boj al río, este flotaría a duras penas, pero si lanzamos un tronco de ébano este se iría directo al fondo. Este hecho se debe principalmente a la densidad de la propia madera. Para que una madera flote su densidad debe ser inferior a la del agua, sin embargo algunas maderas tropicales superan su densidad.

Además del ébano, la madera de los árboles palo de arco, palo santo, espina perilla, jatoba y quebracho son también más densas que el agua. Aunque estas maderas por su densidad natural se hunden si un tronco de una madera menos densa se satura de agua también termina hundiéndose.

Árboles hundidos
Foto de:atlasofwonders
Cuando la madera está seca, la parte interior de sus células se encuentra vacía, pero si se mantiene en contacto constante con el agua esta parte de las células comienzan a absorber agua  y a expandirse. La madera se vuelve más y más densa a medida que las células se expanden y se impregnan de agua, hasta que no puede más. Es decir, cuando la madera está seca la densidad de ella es menor, pero a medida que esta absorbe agua la densidad comienza a aumentar y con el tiempo puede llegar a superar la densidad del agua, provocando que esta se hunda.


Así que, si nos preguntan, ¿la madera flota? Nuestra respuesta siempre será, depende.