martes, 21 de octubre de 2014

GLOSARIO (I) - LA ESTRUCTURA DE UN TRONCO

Como todos los sectores, el mundo de la madera tiene su propio vocabulario. Palabras que definen partes concretar de la madera, métodos de manipulación,… que no son difíciles pero que debemos conocer. En Maderas y Chapas Blanquer queremos que conozcáis este material que nos apasiona y por eso os iremos desgranando en distintos posts  algunas cosas sobre la madera que creemos que pueden interesaros. Hoy, en la primer entrega, os explicamos como se denominan cada una de las partes de un tronco y sus características.







Corteza:

Es la parte externa del tronco del árbol, la que normalmente vemos. Su función es proteger el tronco y aislarlo de todo aquello que pudiera dañarlo (insectos, algunos pájaros, el clima,…). Al principio es una capa fina pero con el tiempo se va haciendo más gruesa y se separa en dos capas distintas. La primera, la corteza interna, transporta los alimentos a lo largo del tronco mientras que la segunda, llamada corteza externa, se convierte en una especie de coraza formada por células muertas para el árbol.
Es una de las partes del árbol que antes empezó a utilizarse por la facilidad de obtención que tiene (es mucho más fácil obtener trozos de corteza del tronco que la propia madera de este) y actualmente se usa la de algunos árboles por sus beneficios medicinales o su especial robustez.


Albura:

La albura es la parte más joven de la madera, la que se acaba de crear y la responsable de que el tronco sea cada vez más grueso (es esta parte la que va creándose). Es la más húmeda y llena de nutrientes ya que su función es transportarlos a lo largo del árbol, de las raíces a la copa pero, por esa misma razón, resulta atractiva para insectos e infecciones.
En los países más tropicales, en los que los niveles de humedad y temperatura son óptimos todo el año, la albura crece constantemente mientras que en las zonas en las que las estaciones están más claramente diferenciadas su crecimiento se detiene (o al menos se ralentiza) en los meses más fríos. Esta es la razón pos la que, en algunos árboles se distinguen los anillos de crecimiento que marcan con líneas más oscuras los momentos en los que el árbol creció más lentamente. Como solo hay un invierno al año, estos anillos nos permiten contar la edad del árbol, pero no solo eso, ya que cualquier incidente que se produzca en el árbol quedará marcado en la albura de su tronco y podrá observarse y datarse.
tronco de tejo
Corte transversal de un tronco de 
Tejo.Se observa claramente la 
diferencia entre la albura y el 
duramen y los anillos de crecimiento
Con el tiempo, esta albura comienza a perder su agua y sus nutrientes a medida que se crea tronco nuevo. Finalmente, sus células comienzan a morir y se convierte en lo que se conoce como duramen.

Duramen:

El duramen está formado por células muertas que se compactan y forman la parte más resistente de la estructura del tronco. Su función es precisamente la de proporcionarle al tronco una estructura interna fuerte y resistente. Es de un color más oscuro que la albura (aunque la proporción de ambas y las diferencias entre ambas zonas puede depender mucho del tipo de árbol del que se trate).
Esta zona de la madera es la más apreciada ya que, además de ser más resistente que la albura, al no contener nutrientes no resulta tan atractiva para las plagas (en algunas especies el duramen está incluso impregnado por toxinas que las repelen).
Esta zona es la que más irá creciendo con el tiempo (aunque realmente la materia creada es albura, esta se acaba convirtiendo en duramen que es realmente la parte visible que se ve aumentada con el tiempo) por lo que los árboles más antiguos, aquellos cuyo rígido duramen haya crecido más serán los más valorados.

Corazón:

La parte interior del tronco es lo que se conoce como su corazón. En esta zona, la madera presenta un dibujo más mallado, es decir, compuesto por trazos más o menos paralelos entre sí. Su tamaño varía en función de la especie de árbol a la que nos refiramos y va desde los milímetros de diámetro hasta varios centímetros.

Los grosores, colores y características específicas de estas zonas dependerán de la especie concreta de árbol de que se trate y, como siempre os decimos, nadie mejor que un profesional de la madera para informaros y aconsejaros. Si tenéis cualquier duda no dudéis en contactar con nosotros, nos encantará ayudaros.


martes, 7 de octubre de 2014

LOS DISTINTOS TIPOS DE MADERA

Existen cientos de especies diferentes de madera, cada una con unas características que las hacen idóneas para algunos usos, así que a veces surge la pregunta, ¿Qué clase de madera necesito? Para responder a eso y que os sea más fácil elegir la madera que mejor os convenga, hoy os explicamos los distintos tipos de madera.


De forma general, la madera se distingue en dos grandes grupos, la madera dura y la madera blanda. Por su nombre, parece que la única diferencia entre ellas sea el grado de dureza física que tengan pero, de hecho, la distinción radica en el tipo de árbol del que proceden. Las maderas duras, provienen de árboles de crecimiento lento mientras que las maderas blandas lo hacen de árboles de crecimiento rápido. Existen algunas excepciones pero de manera general, estos tipos distintos de árboles producen distintos tipos de madera. Veamos en que se traduce esto.

la madera de exterior
La madera de exterior sufre más las inclemencias del tiempo, deberemos tenerlo en cuenta a la hora de elegir el material a utilizar.


Maderas duras: la madera robusta


Como hemos dicho antes, las maderas duras vienen de árboles provenientes de angiospermas que necesitan décadas o incluso siglos antes de llegar a la madurez y poder ser cortados. Durante este tiempo, la madera del árbol se hace más y más densa, lo que produce una madera más compacta.
La madera de este tipo es, por lo general más difícil de tratar (precisamente por su alta densidad y su resistencia) y de trabajar, lo que, unido a su mayor escasez, explica su precio, en general más alto que en el caso de las maderas blandas.
Sin embargo, una vez realizada la inversión, nos encontramos con una madera que tiene una vida útil mucho más larga que en el caso de su homóloga blanda, más robusta,  que se astilla menos y que se adapta mejor a condiciones adversas. Esto, unido a su mayor gama de colores y su acabado más complejo, hacen que sea en la mayoría de los casos la madera elegida para toda clase de muebles de exterior, cuartos de baño, cocina y en aquellas estructuras que requieran calidad y resistencia (como vigas o pilares).

Dentro de esta categoría encontramos maderas como el roble, el ipé, el eucalipto, la jatoba, la caoba o la teca.

Maderas blandas: una madera versátil


Por oposición a las maderas duras, estas maderas se extraen de árboles de crecimiento mucho más rápido, generalmente coníferas, por lo que existe más cantidad de esta madera en el mercado (la madera blanda constituye el 80% de la producción de madera en el mundo).
Aunque en función de la especie, esta madera puede llegar a ser igual de rígida que la madera dura, suelen ser más estables, flexibles y maleables, lo que facilita el trabajar con ellas y son una buena opción para pequeños trabajos de carpintería. Por su facilidad de uso y su gran producción, además, las maderas blandas suelen ser la opción más económica.

Sin embargo, hemos de pensar bien el uso que daremos a esta clase de maderas ya que, por su maleabilidad, se astillan con facilidad y desgastarán y estropearán más rápidamente que  las duras. Además, necesitan, en la mayoría de los casos, ser teñidas o tratadas con barnices para obtener buenos resultados.
Uno de los derivados más conocidos de este tipo de maderas es el papel, aunque también se utiliza, por su ligereza y su flexibilidad para maquetas y embalajes.
Entre las más conocidas destacan el pino, el cedro, el abeto, el ayús o el tejo.
Sin embargo, como hemos dicho, existen algunas excepciones. Cada árbol y cada madera son únicos y tienen sus propias características por lo que podemos encontrar maderas duras en papel o fantásticos muebles de jardín hechos con maderas blandas. La madera de balsa, por ejemplo, es una de las maderas más ligeras y flexibles y sin embrago sería considerada técnicamente como una madera dura ya que no proviene de conífera y se reproduce a través de semillas recubiertas (angiosperma). Lo mejor es siempre preguntar y dejarse aconsejar por un profesional que sabrá mejor que nadie que madera es la mejor en cada caso.

Como veis, hay tantas maderas como necesidades, cual es la vuestra?

Si tenéis cualquier duda sobre el mundo de la madera no dudéis en escribirnos! Estaremos encantados de poder ayudaros.